Un extraño otoño, después de un raro verano

Álava está seca. No hay setas, sino esbozos escuchimizados de ellas. Más por pasear la cesta, que por conseguir llenarla, nos fuimos el viernes a la zona de Iturrieta, a ver si habían aparecido las Galampernas. No encontramos más que una del tamaño del dedo gordo. Como habíamos previsto algo así, nos fuimos a Igoroin a ver si podíamos fotografiar el otoño. Estaba bonito, pero era una especie de ya llego, pero aún no he podido hacerlo. Muchos verdes y algunos amarillos de arces, azkarros en la zona, rojos incipientes en algunas hayas, marrones en las hojas de los robles quemadas por los soles.

todavía mucho verde

Nos salió al paso un txantxangorrique se camuflaba perfectamente entre las hojas y vegetación seca.

El vivísimo petirrojo que nos dio la bienvenida

El caso es que en julio comimos bastantes setas, guibelurdiñas, algún boletus eritropus y saltza perretxiku. Incluso un buen plato de pardillas que Joseba se puso y disfrutó en solitario. Pero a partir de septiembre casi nada, y lo poco a orillas de los ríos.

Consultando el servicio de meteorología de España, este verano las temperaturas se han mantenido próximas a las medias. En Julio 0,1 º por debajo de lo normal, en agosto 1,4º por encima, y en septiembre 1,8º también por encima de los habitual.

En cuanto a las precipitaciones han sido escasas, siempre por debajo de lo normal. Excepto el mes de Julio en el Norte que fueron de 50 mm, y en elgunos puntos locales de 100 mm, cuando el promedio en el conjunto del estado fue 18 mm y lo normal hubiera sido 23 mm.

Telefónica ha puesto un anuncio de una pareja que pasea por los pinares en busca de niscalos y él encuentra un bonito edulis, y ella le hace prometer que va a estar siempre con ella a cambio del madrugón, este año lo tienen crudo porque no hay ni la seña, por lo menos en Álava.

Así que lo único que pudimos disfrutar es del paseo por Igoroin y con él os ilustramos esta entrada. Animándoos a que os deis una vueltita por este rincón de la montaña alavesa.

El otoño que llega pero que no le dejan

 

roble con las hojas requemadas

La belleza del cañón de Igoroin

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