San Tirso con GPS

Aprovechando que los avisos metereológicos anunciaban que la mañana del sábado estaría menos húmeda por el sur, decidimos hacer una excursión mañanera a San Tirso, en la sierra de Cantabria.

Entramos en mendikat para ver la ruta y descargamos la ruta para el GPS, pero como somos novatos, encontramos también el curso de cartografía y orientación de Javi Urrutia, cuyo tema 11 es  G.P.S. Allí aprendimos cosas muy interesantes

Configuramos el GPS para que tuviera la misma forma en que estaban las coordenadas que descargamos y pudimos meter las de la ermita de Okón. 42.62373    -2.51112, que es el inicio del recorrido.

La primera prueba, esta mañana, al llegar a la hermita ha sido ver si al encender el GPS aparecía OKON, como así ha sido.

La ruta no presenta dificultad alguna porque está muy bien señalada ya que asciende por la ladera, en una cuesta de pendiente continuada, desde 790 metros  a los 1231 metros en que está la ermita rupestre de San Tirso, sitio del que no hemos pasado, porque nos hemos quedado a almorzar, y del que nos hemos vuelto porque amenazaba lluvia y ya nos esperaban en casa.

El GPS muy bien, hemos tenido valores muy parecidos a los de mendikat. En la Ermita 42,61175 y -2,53899.

Ahora os contamos el bonito paseo con fotos.

Esta es la primera baliza, se encuentra un poco antes de la ermita, subiendo hacia el monte. Pertenece al Gran Recorrido 1, cuarta etapa. GPS 42.62202  -2.51033

El camino sube entre un bosque de hayas y boj, en estas fechas las hayas tienen ese color rojizo de las yemas a punto de reventar en hojas. Han florecido las prímulas, las hepáticas de colores blancos y azules, los jacintos de bosque, los narcisos en las praderas más altas, el rusco conserva algunas bolas rojas, están soberbios los venenosos eléboros, lo pequeños rododendros muestran sus flores amarillas entre las brillantes hojas.

Alguna de las balizas está caída GPS 42.61525    -2.52472 Joseba muy atento a meter el punto en el aparato.

Esta es una de la primeras vistas del bonete cuando se llega a la parte superior de la Sierra de Cantabria. Vaya cabezón debía tener el santo.

Julio casi se pone el bonete, cosa rara le caía grande. Otros dicen que es el dedo de San Tirso. Menudo debe ser el tal San Tirso para que la yema del índice sea así. No te rías tanto Julio que te va a pasar algo, decía Carmen. Joseba al GPS.

Carmen y Joseba camino de la ermita ya se ve la cumbre, por debajo a la derecha se toma el sendero que sube hasta ella.

En la entrada de la ermita, no sé que le hizo Julio al santo, pero se le rompió el paraguas susino que había comprado en un chino un día que llovía a cántaros. se le tenía por el único paraguas chino fuerte. Estos santos pueden con todo.

Esta es la imagen que ahora hay dentro de la cueva. Julio dice que más que un san Tirso es una virgen, aunque parece que tiene una sierra, que es como le castigaron en tiempos de Decio, a ser serrado, que manía tenían con lo de serrar, también le pasó a san Quirico, el hijito de Santa Julita. Sólo que a Tirso no le cortaba la piel, menuda la debía tener, y además la sierra se fue haciendo más y más pesada con lo que ni los más forzudos la pudieron manejar. Creo que al final lo quemaron y le cortaron la cabeza a espada, que buenos eran los romanos cuando se empeñaban.

La bajada por el mismo camino, entre tormentas cada vez más fuertes. Cayó una manta de agua y Julio respiró tranquilo porque el paraguas no estaba tan roto y se pudo resguardar del chaparrón. Se ve que San Tirso no era tan rencoroso.

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